Sentimos mucho la muerte de tu bebé.

Sentimos mucho que hayas recibido la noticia de que tu bebé va a morir.

En esta página, ofrecemos información destinada a ayudar a mujeres, parejas y familias, que se enfrentan a la muerte de su bebé durante el embarazo o poco después del parto. 

Esta información se refiere a las decisiones a tomar durante las próximas horas y días, tales como: saber cómo será el parto, poder ver a tu bebé y pasar tiempo con él o ella, crear recuerdos, hablar con tus otros hijos o hijas, elegir el proceso de disposición del cuerpo de tu bebé, decidir si hacer una autopsia y conocer cuáles son tus derechos.

Si has interrumpido el embarazo por motivos médicos o estás en proceso de hacerlo, tenemos una página dedicada a ello AQUÍ. En cualquier caso, para todo lo relativo a conocer a tu bebé, guardar recuerdos, disponer de su cuerpo, hacer una autopsia, etc., la información que te ofrecemos en esta página es igual de relevante para ti.

Si tienes alguna duda, puedes contactarnos a través de nuestro correo electrónico: info@umamanita.es

Reacciones iniciales

Nada puede prepararte para oír que tu bebé ha muerto o que va a morir poco después de nacer. En este punto del embarazo, solo esperabas que llegara el momento del nacimiento de tu bebé lleno de vida. Es posible que sientas enfado y confusión y que estés en estado de shock. Puede resultar muy difícil, incluso imposible, creer al médico o al personal sanitario cuando te dicen que tu bebé ha muerto o que va a morir y te preguntes: «¿cómo puede estar pasando esto?» y «¿POR QUÉ?».

Si tu bebé ha fallecido de manera inesperada, será difícil que el personal sanitario sepa decir por qué ha ocurrido; el motivo se puede intentar averiguar más adelante.

Es normal que te resulte difícil entender lo que dicen los médicos o que necesites que respondan a tus preguntas más de una vez. Están para resolver tus dudas y deben hacerlo con paciencia y respeto. Nadie logra aceptar fácilmente que un hijo amado y deseado no vivirá. Tus preguntas no molestan, son normales.

Es recomendable que alguna persona cercana lea también la información de esta página, y de esta otra, para que te pueda ayudar en el momento de expresar ante el equipo sanitario tus deseos sobre el nacimiento y la despedida  de tu bebé.

Parto en casos de muerte intrauterina o aborto espontáneo hasta la semana 15 de gestación

Es normal que te preguntes si es peligroso para ti o tu pareja tener a tu bebé sin vida en el útero. En la gran mayoría de los casos, la pérdida gestacional no supone ningún riesgo para la salud de la madre, ya que es un proceso natural a nivel fisiológico.

No obstante, el equipo sanitario hará algunas pruebas, tales como tomarte la temperatura y hacerte análisis de sangre, para asegurarse de que no hay ningún peligro.

Si no hay razones médicas que lo impidan, puedes tomar tu tiempo para decidir cómo quieres vivir este proceso.

Si aún no has expulsado o parido a tu embrión o bebé, existen tres opciones dependiendo de tus circunstancias clínicas: 

  • Manejo expectante: no ocurre en el hospital y significa esperar a que el cuerpo de la madre se ponga de parto de forma natural.
  • Tratamiento farmacológico: consiste en provocar el parto con medicamentos. El tratamiento inicial se administra en el hospital y después vuelves a casa.
  • Tratamiento quirúrgico: se trata de un procedimiento de unas horas en el hospital y el alta tiene lugar el mismo día en la mayoría de casos.

El equipo sanitario hará una recomendación en base a observaciones clínicas, pero lo importante es saber que la decisión final del procedimiento es de la mujer. Es posible comenzar con el manejo expectante y después cambiar de idea y proceder al manejo farmacológico o quirúrgico.

1) Manejo expectante (esperar a que el parto se produzca de forma espontánea)

El manejo expectante se considera siempre que no hay signos de infección ni de inestabilidad hemodinámica (presión sanguínea y frecuencia cardíaca anómalas).

La expulsión se produce de manera espontánea. Lo más habitual es que ocurra transcurridas entre 3 y 8 semanas.

En cuanto empieza el proceso de parto o expulsión, se sienten contracciones que van de leves, similares a los entuertos provocados por la menstruación, a intensas, y se pueden controlar con analgesia pautada. 

Se experimenta un sangrado abundante, similar o mayor al producido durante la regla, con coágulos. Puede que sea intermitente a lo largo de unos 2 o 3 días aproximadamente. Las contracciones permiten la expulsión del saquito gestacional.

Si a lo largo del proceso el dolor no se puede controlar adecuadamente con los analgésicos, el sangrado es muy abundante y aparece fiebre por encima de 38ºC o cualquier otro síntoma de alarma, es conveniente acudir al servicio de Urgencias.

Se recomienda que, una vez haya finalizado el sangrado, se acuda a la clínica u hospital para verificar mediante ecografía que se ha desprendido todo lo que habitaba en el útero. En caso de que la expulsión no haya sido completa, se plantea realizar tratamiento farmacológico o quirúrgico.Este procedimiento requiere tiempo y, generalmente, del apoyo de tu pareja o alguna persona de confianza. Las listas abiertas de El Parto es Nuestro y el foro SUA son buenos recursos y lugares de apoyo mutuo con mujeres que han vivido situaciones similares.

2) Manejo farmacológico (administración de un medicamento que provoca el parto) 

El tratamiento farmacológico consiste en la administración de un medicamento llamado misoprostol por vía vaginal, lo que permite que el cérvix dilate y se provoque el parto o expulsión.

Tras la administración del medicamento, se vuelve a casa y el medicamento suele hacer efecto en un intervalo de 12 horas, pero puede variar bastante de una mujer a otra.

El sangrado suele ser de cantidad similar o mayor que una regla con coágulos, normalmente más abundante durante los primeros 2 o 3 días tras la administración.

Se recomienda tomar analgésicos desde el principio y no esperar a que aparezca el dolor.

A los 5 días, se realiza un control en Urgencias para confirmar que se ha expulsado todo el contenido uterino. En caso contrario, se decide si aplicar una nueva dosis del medicamento o si es necesario un tratamiento quirúrgico.

Si a lo largo del proceso el dolor no se controla adecuadamente con analgésicos, el sangrado es muy abundante y aparece fiebre por encima de 38ºC o cualquier otro síntoma de alarma, es conveniente acudir al servicio de Urgencias.

3) Manejo quirúrgico (dilatación del cérvix y extracción quirúrgico del contenido uterino)

El tratamiento quirúrgico se realiza en quirófano con anestesia general. Consiste en dilatar el cérvix para vaciar el contenido uterino usando el material quirúrgico adecuado.

A menudo es una intervención ambulatoria y se suele recibir el alta el mismo día. El sangrado puede continuar durante unos días y va reduciéndose paulatinamente.

Al alta, se pauta medicación analgésica por si lo precisa y se dan todas las recomendaciones necesarias.

Salvo que se trate de abortos espontáneos de repetición (2 o más abortos), no se requiere un posterior seguimiento en consultas.

Es importante tener en cuenta que esta opción no permite la posibilidad de despedirte de tu bebé de manera física.

Seguimiento y recomendaciones a tener en cuenta para todas las opciones:

  • El sangrado puede durar unos días, pero irá disminuyendo en cantidad  progresivamente.
  • Debes evitar: utilizar tampones o copas menstruales, mantener relaciones sexuales y baños de inmersión durante 1-2 semanas.
  • La próxima menstruación tiene lugar en los 30-40 días siguientes y puede ser diferente a tus menstruaciones habituales (más abundantes, más días…)
  • A los 30-40 días, se debe realizar un test de embarazo en orina. En caso de ser positivo, tendrás que acudir a Urgencias. En caso de ser negativo, puedes intentar quedarte embarazada de nuevo tras un ciclo menstrual normal.
  • En el caso de que sientas que estás experimentando problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, etc., es recomendable que acudas a tu centro de atención primaria o a las asociaciones de apoyo al duelo.

Parto en casos de muerte intrauterina desde 15 semanas de gestación en adelante

Cuando recibes la noticia de que tu bebé ha muerto, por lo general, la primera reacción es querer sacarlo lo antes posible. Nadie, ninguna mujer, sueña con parir un hijo muerto. Es normal que nos produzca miedo y rechazo el hecho de saber que pariremos a un hijo muerto.

El equipo sanitario hará algunas pruebas, como tomarte la temperatura y hacerte análisis de sangre y orina para asegurarse de que tu vida no corre ningún peligro. 

También para los padres o parejas este momento puede ser muy difícil, tanto a nivel de dolor como de preocupación por su pareja. 

Lo habitual es que no exista ningún riesgo para la madre y, por ello, lo más probable es que no tengas que apresurarte en decidir cómo quieres que sea el parto. Lo mejor es que os toméis un poco de tiempo para asimilar la noticia juntos y empezar a aceptar que tu bebé nacerá sin vida. Habrá que entender lo que sucederá, hacer preguntas y prepararse. No hay prisa.

Es difícil imaginarlo ahora mismo pero para la mayoría de las familias que pasan por esto, el tiempo para hablar, llorar, hacer preguntas y prepararse para las próximas horas y días es un tiempo preciado.

El nacimiento de tu bebé no será el que esperabas, te/os tocará hacer en muy poco tiempo lo que la mayoría de las mamás y papás hacen en toda una vida. El nacimiento de tu bebé será algo que recordarás siempre y aunque ahora mismo pueda ser difícil de imaginar, su nacimiento puede estar lleno de amor y cariño.

Con respecto al parto, son varios los temas que el personal médico debería consultar contigo antes de proceder:

  • Tipo de parto (vaginal o cesárea): en caso de que sea vaginal (la opción más habitual y recomendada), debería consultarte cómo proceder con ello: esperar unas horas, días o más tiempo (manejo expectante) o si prefieres una inducción farmacológica (la práctica más común). Si no hay contraindicaciones, lo más recomendable es esperar al menos unas horas o un día para prepararse para el parto y recuperarse así del impacto del shock inicial.
  • Alivio del dolor: todas las opciones para el alivio del dolor deberían estar disponibles y el equipo sanitario debería hablar contigo sobre tus preferencias antes de proceder con el parto.
  • Sedación y tranquilizantes: aunque pueda parecer una buena opción en el momento, se recomienda no tomar sedantes o tranquilizantes (durante el parto o en formato de pastilla) porque pueden afectar tanto a la capacidad para entender la información recibida, como a la toma de decisiones. Además también puede incidir en la memoria, lo que crearía un vacío en el proceso de duelo por la ausencia de recuerdos.

Tipo de parto

En general, son tres las posibilidades para la gestión del parto, dos por vía vaginal y una por cesárea:

  • Vaginal (dos posibilidades o mixta)
    • Manejo expectante: se espera un tiempo, horas o días o hasta que el cuerpo de la madre se pone de parto.
    • Inducción farmacológica: se provoca el parto con medicamentos.
  • Cesárea (en caso de riesgo para la madre)

¿Parto vaginal o cesárea?

Prepararse para parir a tu bebé sabiendo que ha muerto es difícil y quizás no quieras experimentar un parto vaginal. Pero es importante tener en cuenta que una cesárea trae consigo el riesgo de cualquier cirugía mayor (anestesia, infección, complicaciones quirúrgicas, dolor posterior, período más largo de recuperación física, etc.). De cara al futuro, una cesárea aumenta las posibilidades de complicaciones en un embarazo y parto posteriores. Sin embargo, la decisión es tuya. El personal sanitario está ahí para informarte y luego respetar tu elección en esta situación tan difícil.

Si por algún motivo la vida de la madre corriera peligro (eclampsia severa, HELLP, etc), se recomendaría inducción o cesárea de urgencia, según el caso.

¿Manejo expectante o inducción farmacológica?

Manejo Expectante: si se le da tiempo, el cuerpo de la mujer se pondrá de parto de forma fisiológica, de la misma manera que lo hace toda mujer embarazada. El proceso de parto es igual, aunque el bebé que vaya a nacer esté muerto. Si eliges está opción, deberás acudir al hospital cuando te pongas de parto. También debes acudir si tienes fiebre, ya que esta indica infección y se te inducirá el parto.

Actualmente, los protocolos que manejan los profesionales sanitarios recomiendan inducir directamente el parto. Sin embargo, tomarse un tiempo (ya sean horas, días o esperar hasta que el parto empiece de forma natural) puede tener ventajas importantes en cuanto al proceso de asimilar la noticia del fallecimiento, hablar con la familia y prepararse para tomar otras decisiones relevantes. No obstante, la decisión es tuya.

Inducción del parto: cuando la mujer elige realizar una inducción al parto, es ella quien, en coordinación con las posibilidades del centro asistencial, elige cuándo es el mejor momento para iniciar la intervención. Si no hay motivos  médicos, y deseas ir primero a casa, tener un momento para asimilar lo que va a pasar, para prepararte, para despedirte del hijo/a que llevas dentro, o para organizarte (otros hijos, temas de trabajo, etc.), puedes informar al facultativo de que te marcharás a casa y volverás en el momento que estimes apropiado. Esta opción también puede dar tiempo a pensar y decidir cómo quieres que sea el nacimiento de tu bebé.

Cuando la mujer elige quedarse directamente en el hospital para comenzar la inducción de inmediato, con comunicárselo a su matrona o ginecóloga de referencia será admitida en el hospital. El hospital debe darte el tiempo que necesites para empezar a asimilar lo que ha sucedido.

La matrona o ginecóloga/o que te esté acompañando te podrá avisar sobre qué métodos de inducción tienes disponibles en tu caso, qué implica cada opción, cuánto tiempo se estima que dure, así como las restricciones y necesidades que cada uno conlleva.

Alivio del dolor durante el parto

Tienes a tu disposición las mismas opciones para el alivio del dolor que en cualquier parto. Tu matrona podrá informarte de si disponen del uso de una ducha, saco de semillas, entonox (óxido nitroso), opiáceos y epidural. Es tu elección qué usar en cada momento. En la medida de lo posible, puede ser importante evitar analgésicos que tengan un efecto secundario de sedación, como los opiáceos y benzodiacepinas, por los aspectos que comentamos en el próximo párrafo.

Tranquilizantes

Aparte de los medicamentos para aliviar el dolor del parto, en algunos centros hospitalarios puede que te ofrezcan sedantes o tranquilizantes tipo benzodiacepinas o ansiolíticos. Estos medicamentos que son usados en momentos de estrés agudo y ansiedad, a su vez, pueden afectar a tus recuerdos y tu capacidad para tomar decisiones. Quizás ahora mismo lo que más desees es que todo pase rápido y poder olvidar. Es normal sentirse así, pero es posible que más adelante sientas que te faltan recuerdos del nacimiento de tu bebé o que los tranquilizantes afectaron de forma negativa a las decisiones que tomaste.

Acompañamiento durante el parto

Si lo deseas, y creemos que es recomendable, puedes estar acompañada por una o dos personas de tu elección durante todo el tiempo del parto y la expulsión, sean cuales sean las semanas de gestación. El personal hospitalario no siempre lo facilita (especialmente en casos de cesárea), pero si lo deseas, debes insistir.

Hablando con otros hijo/as ¿Qué les digo?

Tener que hablar de la muerte con tu hija o con tu hijo nunca es fácil, y más cuando es posible que viviera con ilusión la llegada de una hermanita o hermanito. En la medida de lo posible, suele ser preferible que seas sincera y dejar que participen en todo lo que deseen. Cada familia hablará de la muerte según sus propias creencias y sensibilidades. Muchas veces, es peor nuestra aprensión que el momento de hablar con los/as niños/as en sí mismo. Cuando les damos información en palabras que puedan entender y les dejamos expresar sus emociones, ya sean llorar,reír, desear irse, enfadarse, etc., les estamos permitiendo elaborar un duelo sano y les estamos enseñando a sentirse amados y protegidos en un momento muy difícil. Suele ser muy hermoso ver que, cuando confiamos en nuestros/as hijos/as, les explicamos lo que sucede y acogemos sus emociones, son capaces de pedir lo que necesitan y vivir la muerte del hermanito o hermanita desde el amor. Puedes leer más en profundidad sobre los otros hijos o hijas aquí.

Conocer y pasar tiempo con tu bebé

La primera vez que te sugieran ver o sostener a tu bebé después del parto, es normal que te choque la idea. Sin embargo, la gran mayoría de las madres y padres/parejas que ven y sostienen a su bebé (más del 95%) afirman que para ellos ha sido una buena decisión haber conocido a su hija o hijo. Sostener a tu bebé, ver su carita, saber a quién se parecía de la familia, poder amarlo y despedirte/os de él o de ella es algo natural y aunque ahora mismo pueda parece la cosa más dolorosa del mundo, a menudo ese recuerdo se convierte en uno de los recuerdos más dulces.

¿Cómo será mi bebé físicamente?

Esta es una de las preguntas que la mayoría de las madres y padres/parejas se hacen. La primera reacción al saber que pariremos un hijo muerto es de rechazo y es normal tener miedo a saber cómo será tu bebé. Soñábamos un hijo vivo, sano, rosita y calentito. 

Si hace pocas horas o pocos días sentiste a tu bebé moverse, lo más probable es que tu bebé esté físicamente bien, puede que tenga los labios un poco más oscuros y alguna zona de su piel se esté descamando un poco o tenga pequeñas ampollitas. También es posible, como todos los bebés, que nazca cubierto de vérnix blanco y sangre. Muchas veces nuestro hermoso bebé parece simplemente dormido, aunque carece de tono muscular.

Si tu bebé tiene entre 12 y 20 semanas su piel será algo más translúcida, pero estará completamente formado y será precioso.

Si ha pasado más tiempo desde que falleció o existe la posibilidad de que tu bebé tenga alguna malformación, puedes pedir al equipo médico que lo envuelvan en una mantita, para que puedas ir conociéndolo/la poco a poco.

Al salir de tu cuerpo, su cuerpo no estará frío, traerá tu calor. Al tiempo, se irá enfriando. Lo puedes tapar con mantitas, o lo puedes dejar en la cunita que le han preparado.

¿Cuánto tiempo puedo pasar con mi bebé?

El hospital debe dejarte estar con tu bebé todo el tiempo que quieras, hasta varias horas o días. Si quieres estar a solas con tu bebé díselo al personal del hospital. Tómate todo el tiempo que necesites. También, puede que quieras un descanso y volver a verle más tarde o verle primero en el paritorio y después en la habitación. Cuando no esté contigo, puedes preguntar para saber dónde estará.

En  caso de que te digan que tienen que llevarse al bebé, por ejemplo, por motivos de estudios de anatomía patológica, tienes derecho a resistirte y puedes informarles de que esperar un tiempo más no va a tener una repercusión importante en la calidad de los estudios. 

Puede que haya otros familiares que también quieran conocerlo/la. Incluirles puede ayudaros a ti y al resto de la familia a superar la pérdida de ese nuevo miembro que esperabais con tanta ilusión. Lo importante es que estés con las personas con quienes quieras estar en este momento.

Crear recuerdos: fotografías y otros objetos

Algunas madres y padres/parejas habrán tenido la oportunidad de ver y coger a sus bebés mientras vivían y otros, la oportunidad de estar con él o ella después de morir. Pero irte del hospital con muy pocos recuerdos físicos y con los brazos vacíos es muy duro.

Por ello, hablamos aquí del tipo de recuerdos que podemos crear. Aunque en el momento te pueda resultar de poca ayuda y quizás tengas miedo a relacionarte con tu bebé, vemos que la gran mayoría de familias que deciden estar con su bebé y crear estos recuerdos no se arrepienten y que los recuerdos de su bebé son algo preciado para ellos.

Hay muchas maneras de crear recuerdos.

Si tienes la oportunidad de ver, sostener y estar con tu bebé, quizás puedas lavarle o bañarle y quizás vestirle con alguna ropita que tenías ya para él o ella. Si no dispones de ropa para tu bebé, puedes pedir algo al equipo sanitario, ya que siempre tienen prendas para los bebés que nacen.

Hacer fotografías

La idea de hacer fotos puede parecer macabra para muchos. Incluso, puedes sentir que no vas a querer una foto de tu bebé muerto. Es normal que pienses así, pero la experiencia de las familias es que las fotos de su bebé se convierten en uno de los recuerdos más preciados. Con el paso del tiempo, nuestros recuerdos se vuelven más difusos y las fotografías son una manera de poder seguir recordando cómo era nuestro bebé. Las fotografías también sirven para “presentar” a nuestro bebé a otros miembros de la familia, amigos y también en el caso de haya futuros hijos puedes ayudarles a situar a ese hermanito o hermanita que murió antes de que ellos llegasen pero que tuvo un impacto muy grande en su familia.

Hay muchos tipos de fotografías de tu bebé que se pueden hacer; de sus manitas en vuestras manos, de sus pequeños piececitos… fotos de ti, con tu bebé en brazos, fotos de toda la familia junto a ella o él. Si decides hacer fotos es mejor que el bebé esté en brazos de alguien y no encima de una mesa o similar. Es mejor hacer las fotografías en color ya que después se puede tener la opción de pasar alguna a blanco y negro. Hoy en día se puede retocar una foto digital, así que, si te preocupas por el color de su piel o sus labios, ten en cuenta que hay personas que se dedican a retocar estas fotografías.

En caso de no tener muy claro querer hacer fotos, puede ser una buena idea pedir a algún familiar o matrona que haga la fotografía por ti, siempre puedes ver la foto más adelante o cuando te apetezca.

Si quieres que venga alguien a hacer fotos a tu bebé o a vosotros juntos, estás en tu derecho. Hay una asociación de Estados Unidos, NILMDTS, que envía  a profesionales de la fotografía a hospitales. En su página principal puedes ver algunos ejemplos del tipo de foto que se puede hacer. Te sorprenderá de lo bonitas que pueden llegar a ser.

Crear huellas de las manos y los pies

Puedes hacer las huellas de las manos y los pies de tu bebé con tinta y papel. Es habitual que las matronas dispongan del material necesario. Se pueden hacer impresiones en arcilla blanca blanda también. Se venden unos kits especiales para recién nacidos en tiendas de bebés, parafarmacias y muchos de los puestos de regalos que hay en los hospitales.

Otros recuerdos

  • Recoger un mechón de pelo.
  • Guardar el brazalete hospitalario del bebé en caso de haber nacido con vida.
  • Guardar la ropa o la mantita en la que estuvo envuelto/a.
  • Todos los recuerdos físicos del embarazo, como ecografías.

Recuerdos cuando no has visto a tu bebé o no te han facilitado la posibilidad de hacer fotografías o guardar otros objetos

Aparte de las opciones de crear recuerdos en el hospital, hay otras maneras de hacerlo: puedes guardar alguna cosa que tenías, como ropa o algún juguete; puedes plantar un árbol u otra planta en un sitio donde puedas ir a “visitar” a tu bebé; encender una velita o incienso. 

En caso de haber realizado una autopsia, existe la posibilidad de que se hayan tomado fotografías. No siempre se hace pero ya hay muchos padres que años después de la muerte de su bebé han buscado y han conseguido las fotos. Las fotografías de la autopsia de tu bebé son parte de su historia clínica y legalmente tienes derecho a ellas. Aunque el hospital se muestre reticente, es tu derecho recibirlas. Recuerda que son fotografías de estudio y puede resultarte sorprendente que no se hayan tomado con cariño o estética.

Jillian Cassidy, presidenta de Umamanita, habla sobre la experiencia de recuperar la foto de Uma en su blog: http://jilliancassidy.wordpress.com/

Autopsia y otros estudios enfocados en encontrar la causa de la muerte

Hacer una autopsia es una decisión personal que solo los padres pueden tomar. El personal sanitario solo puede aconsejar sobre ello y prestar información relevante para la toma de decisiones. En este sentido, es muy importante que el personal sanitario explique el motivo y posibles beneficios de hacer una autopsia u otros estudios, como, por ejemplo, histología de la placenta, análisis de sangre, estudios fenotípicos (anomalías congénitas), etc. 

También deben explicarte cómo será la autopsia, cómo la realizan, en qué consiste o qué métodos o técnicas utilizan.

¿Por qué hacer una autopsia? 

Hoy en día, la autopsia, junto con el estudio histológico de la placenta, es la mejor manera de encontrar una causa de la muerte y se recomienda que se ofrezca a todos los casos de muerte en el segundo y tercer trimestre y en casos de muerte en el periodo neonatal. Queremos destacar que es muy importante que hagan una autopsia/histología de la placenta porque es el estudio (junto con la autopsia del cuerpo) que más resultados da.

Esta recomendación incluye casos en los cuales los médicos parecen estar bastante seguros sobre la causa de la muerte porque es frecuente que tras el estudio de anatomía patológica se altere el diagnóstico o encuentren información adicional. 

Dependiendo de las cualificaciones de la persona que lleva a cabo la autopsia (hay patólogos especializados en la muerte perinatal), la probabilidad de encontrar una causa de la muerte varía entre el 50% y 75%. Sin embargo, incluso en los casos en los cuales no pueden determinar una causa específica, los análisis ayudan a descartar otras causas, ya sean genéticas, malformaciones, infecciones, etc.

Hacer estudios de anatomía patológica es importante por varios motivos: pueden ayudar a aliviar sentimientos de culpa de la madre de haber causado la muerte; pueden ayudar a dar algún sentido a la muerte; pueden prestar información importante sobre decisiones relacionadas con un futuro embarazo y el tipo de atención adecuada; y, en un sentido más amplio, recoger esta información contribuye a la investigación para la prevención de la muerte intrauterina. Aunque es cierto que esto no puede ayudar a tu bebé, sí lo hará con otros bebés.

Si no quiero que hagan una autopsia 

Algunas madres y padres deciden que no desean autopsia por varios motivos, ya sean por cuestiones religiosas, porque les preocupa el trato del cuerpo, porque piensan que no va a aportar información útil o por otras razones personales. 

Sean cuales sean las razones, lo importante es recordar que la decisión es de las madres y los padres.

También, recuerda que el análisis de la causa de la muerte está compuesto de varios y diferentes estudios y técnicas, dentro de los que está la autopsia. Entonces, en  caso de que no quieras que le hagan una autopsia completa del cuerpo, puedes pedir una parcial, solamente un estudio de la placenta (el cual es muy recomendable), o los análisis de sangre o cultivos.

¿Cuánto tardarán en llegar los resultados?

En España, varía mucho dependiendo del hospital y puede ser de 6 semanas hasta 6 meses, aunque lo habitual son 2 o 3 meses. Ponerte en contacto con alguien del departamento de anatomía patológica del hospital puede ayudar a mantenerte informada de cómo va el proceso de la autopsia.

Me/nos quieren cobrar para hacer la autopsia (hospitales privados) 

En algunos hospitales privados puede que te digan que la autopsia no está cubierta por el seguro privado y que el coste puede ser superior a los 1.000 €. Sin embargo, es importante ponerse en contacto con la empresa de seguros porque en algunos casos todas las pruebas médicas, tanto de la madre como del bebé, para investigar la causa de la muerte, sí están cubiertas.

En el caso de que te hagan elegir entre autopsia y ver a tu bebé o poder hacer una disposición privada del cuerpo 

Queremos destacar que en algunos hospitales de España al pedir una autopsia, los padres se encuentran con el problema de no poder recuperar el cuerpo de su bebé para su funeral. No existe ninguna normativa legal para ello y tienes todo el derecho a ambas opciones (incluso en casos del segundo trimestre). Simplemente, deja claro tu deseo de llevarte el cuerpo de tu bebé después de la autopsia organizándolo con la funeraria del hospital.

Funeral y recuperación del cuerpo (relevante en España)

El funeral de tu bebé es algo completamente personal según tus creencias. Es muy difícil aceptar que tienes que enterrar o incinerar a tu bebé, algo que no parece seguir el orden natural de las cosas. En general son tres las opciones para la disposición del cuerpo del bebé: 1) Una disposición privada (cremación o entierro) organizada mediante una funeraria; 2) El hospital se encarga de ello y renuncias a la posibilidad de un entierro privado; 3) Decides donar el cuerpo del bebé a la ciencia.

Aquí esbozamos lo que significa cada opción:

Disposición privada: cremación o entierro mediante una funeraria

Aunque hasta hace poco en España era común que sólo ofrecieran esta opción en los casos de muerte de más de 180 días de gestación, desde 2016 es el derecho de todas las familias independientemente de la edad gestacional, según la jurisprudencia  del Tribunal Constitucional de España. Haz clic AQUÍ para más información sobre ello y también ofrecemos algunos consejos en caso de que el hospital no quiera facilitarte la posibilidad de una disposición privada por motivos de la edad gestacional del bebé.

En  caso de querer organizar un entierro o una cremación será necesario organizarlo con una funeraria. Algunos hospitales, especialmente los grandes, cuentan con un despacho/representante de una funeraria. Entonces, puede que venga alguien de la funeraria a tu habitación. En estos momentos, ten en cuenta que no tienes obligación de llegar a un acuerdo con la funeraria del hospital en ese momento ni tienes obligación de usar sus servicios. Puedes decidir usar los servicios de otra funeraria. También, si se acerca a tu habitación en un momento no adecuado, no hay problema en pedirles que vuelvan más tarde.

En caso de elegir un entierro, puedes aprovechar para vestir a tu bebé con ropa suya, si la tienes, o pedir al hospital que lo haga. También puedes dejar con él/ella un peluche u otro objeto o regalo que sea significativo. 

En caso de elegir cremación, tienes la opción de que la funeraria te entregue las cenizas en una pequeña urna sin tener que realizar ningún tipo ceremonia. Lo habitual es que en la urna no ponga el nombre de tu bebé, sino que ponga «feto de ‘nombre de la madre’». Puedes pedir a la funeraria que pongan su nombre, pero desafortunadamente lo habitual es que por “cuestiones legales” no lo hagan. Si es así, una vez en casa puedes cambiar las cenizas a otro recipiente, si lo deseas. 

Si no dispones de recursos económicos para afrontar este coste, puedes pedir al hospital que te ponga en contacto con Asuntos Sociales del Ayuntamiento al que pertenezcas para gestionar un entierro de beneficencia. Normalmente, ellos disponen de una ayuda económica para estos casos. Si tienes contratado un seguro de decesos, éste cubre el entierro o la cremación de tu bebé. Destacamos que hacer una disposición privada es completamente compatible con la autopsia, no hay razón alguna para que no lo sea. Puedes elegir que se realice una autopsia y después hacer un entierro o cremación.

Disposición por el hospital:

Por varios motivos (a veces económicos) y creencias, muchas madres y padres prefieren dejar que el hospital se encargue de la disposición. 

En este caso,  existen dos posibles procedimientos: 1) la disposición del cuerpo como restos humanos mediante cremación/incineración o entierro en una fosa común, aunque este último no es muy frecuente; 2) la disposición del cuerpo como residuo quirúrgico mediante la incineración.

En todos estos casos no es posible recuperar las cenizas o cuerpo del bebé.

El tipo de procedimiento de la disposición depende de dos factores: 1) el peso al nacer o edad gestacional del bebé, 2) las propias normativas del hospital o la provincia/comunidad (que suelen variar mucho entre territorios).

Debido a la disparidad de prácticas, es imposible aconsejar sobre cada hospital. Lo habitual es que los bebés que nazcan con más de 20-26 semanas (a veces puede ser superior a 500-1000 gramos) reciban una disposición como restos humanos, mientras que los que nazcan con valores inferiores a estas medidas reciban una disposición como restos quirúrgicos. Sin embargo, en algunas comunidades son las 16 semanas las que marcan la diferencia. Lo aconsejable es preguntar al personal sanitario cuál es el procedimiento en su hospital.

Donación a la ciencia

Algunos hospitales ofrecen la posibilidad de donar el cuerpo del bebé a la ciencia. En este caso, el destino del cuerpo está en manos del hospital y es difícil conocer la duración o la finalidad del proceso, el destino de los órganos o el método de disposición.

Negligencia y mala praxis

Si sientes que ha habido alguna negligencia, recomendamos leer ésta información: Negligencia médica en el contexto de la muerte gestacional, neonatal y perinatal.

Derecho de baja de maternidad y paternidad

AQUÍ tienes toda la información acerca del derecho de baja de maternidad y paternidad.