SER MATRONA. ACOMPAÑAR ANTE LA PÉRDIDA
Por María Llavoré, Matrona
Barcelona, España
Tuve la suerte de trabajar de enfermera durante muchos años en una unidad de críticos y estuve al lado acompañando, a muchas personas en proceso de muerte, sufrimiento y final de vida.
Años más tarde cursé la especialidad de matrona y parecía que había dado el salto a las vivencias felices de inicio de la vida. Pero donde hay vida, hay muerte, y pronto me encontré con mis primeras experiencias de familias que perdían a sus hijos en cualquier momento del embarazo o parto.
Nuestra sociedad es cerrada y austera en el acompañamiento a la muerte. Hasta hace muy pocos años, a los profesionales no se nos formaba para abordar y tratar correctamente la muerte y las familias que pasan por situaciones tan tristes y dolorosas.
Aunque por aquel entonces yo ya había sido madre, me asombraron los sentimientos y emociones que manifestaban las familias por perder a sus bebés durante el embarazo o parto y sobre todo aquellas que decidían interrumpirlo por complicaciones.
Ser matrona me ha dado la posibilidad de estar al lado de esas familias. Quisiera hacer un homenaje y transmitir mi infinito agradecimiento a aquellas madres, padres y familiares que han compartido conmigo sus sentimientos: largas charlas, reflexiones, llantos, abrazos, miradas, dudas, preguntas e ideas. Son lecciones que me han enseñado y me siguen enseñando a mejorar como matrona y sobre todo a ser mejor persona.
