MI AMOR ENCAJA

Hoy estoy contenta porque he decidido que voy a compartir públicamente mi viaje al centro del dolor: el proyecto _MI AMOR ENCAJA_

Nuestro bebé, Félix, murió hace 4 meses y en este tiempo he dejado que el duelo me atraviese para así, después, tratar de comenzar a construir de nuevo mi identidad.

En este camino tan ingente, el ARTE me ha ayudado mucho, de hecho, nunca había pensado que Arte y Duelo pudieran ir tan de la mano. Es ahora cuando me doy cuenta de que a través de la creatividad se puede canalizar el dolor de la elaboración del duelo desde otra perspectiva. He fabricado mi “caja de recuerdos” de Félix, inspirada a partir de sus datos corporales extraídos de la necropsia. Suena muy duro y raro, lo sé, pero construyendo los objetos he descubierto cosas maravillosas que me han hecho subir muy arriba en este duro camino.

La pérdida es terrible, y eso nada lo va a cambiar, pero mientras he realizado “la caja” me he levantado cada mañana llena de energía, recuperando un poco a la persona que fui antes del 24 de abril. En mi universo personal estoy segura de que muchas familias se sentirán tan reflejadas como yo lo hago cuando leo otros testimonios: la historia de una, es la historia de todas. Y, tal vez, pueda servir de inspiración para otros duelos perinatales.

_MI AMOR ENCAJA_ a parte de ayudarme a transitar mi propio proceso, es también nuestra aportación, de Jesús, el padre de Félix, y mía, para visibilizar el duelo perinatal, una realidad tan profundamente silenciada para infinidad de familias. La sociedad, sin mala intención, te manda mensajes que de alguna manera invalidan tu duelo ante la muerte del hijo y perder un bebé duele, duele tanto que ningún adjetivo lo puede describir. Yo he tenido bastante suerte con la comprensión de mi entorno, pero no todo el mundo la tiene.

Si os animáis a entrar en esta caja de recuerdos tan especial y os decidís a compartirla, os lo agradeceré muchísimo… en estos meses tan terribles he entendido que compartir con los demás es fundamental: nos sirve de espejo y nos devuelve la complicidad del otro.

Un abrazo enorme con todo mi amor encaja,

Antonia Cobo.