Por siempre tu mamá…

Lunes 28/02/22.. hace apenas 22 días decidiste nacer… adelantando la fecha en la que habíamos programado tu llegada.. llena de miedos y preocupaciones agarre mi bolso y con mami nos fuimos al sanatorio.

Estaba preocupada porque la cuna aún no había llegado, tampoco el colchón y no habíamos terminado de organizar varias cosas…

Igualmente el gran día llego, estaba emocionada y asustada al mismo tiempo, después de todas las preparaciones y una vez en el quirófano empieza la cirugía, al ratito escucho tu llanto por primera vez… fuerte y vivaz, diciendo acá llegué mamá!!… te acercaron a mi rostro y al besarte te calmaste… había que vestirte así que te llevaron a hacerlo… yo estaba ansiosa por sostenerte y quería que terminen para poder ir a la habitación y estar con vos.

Llegué a la pieza y ahí estabas, con la abuela, tan hermoso… de todas las veces que te había imaginado, jamás lo había hecho tan hermoso… (se que todas las mamás dicen lo mismo)… Te abrace y me enamoré inmediatamente, esa noche no dormí…te miraba y cada vez que vos lloraba quería tenerte en mis brazos…pero tampoco quería malacostumbrate… por ello me aguantaba las ganas… cada hora que pasaba estabas más incómodo y empezaste a no querer comer…

Que te pasa Ezequiel?? Era lo único que te decíamos… esa noche pasamos pendiente a lo que querías .. yo sin poder moverme, sin poder pararme y alzarte cada vez que quería, sin poder meserte… no pude darme cuenta que algo no andaba bien…

A la mañana siguiente viene la pediatra a hacer su ronda de rutina… te empieza a revisar y se da cuenta que algo no andaba bien… yo le cuento cómo pasamos la noche… y me dice: Dai me lo voy a llevar a hacer estudios!.. bueno le respondí… y ni un beso te di… porque no me imaginé que iba a ser la última vez…

Paso una hora y fui a buscarte a la Neo.. o por lo menos eso creía yo…. Abren la puerta de la Neo y me dicen: Daiana tenemos que hablar con vos! Cuando ví sus miradas me di cuenta que no eran buenas noticias, pero jamás pensé que esas noticias eran tan graves… pase a verte y ya estabas entubado, con catéteres por todos lados… las piernas se me aflojaron y no podía dejar de llorar… no podía comprender que estaba pasando? Porque te pusieron todas esas cosas? En ese momento me olvidé de todo lo que había aprendido en medicina… la única solución era que llegues a Bs As dónde debían operarte.. hicimos todo lo posible para que puedas viajar… de a ratos me decían, Daiana cuidado con tu cesárea? Anda a descansar! Vos vas a viajar con el? … Y ahí entendí de que se trataba el amor de una madre a un hijo… sentía dolor… pero más me dolía ver a mi hijo así … no me importaba estar sentada en un banco de madera mientras te atendían… me cambiaba de posición cada vez que el dolor se acentuaba… pero yo debía estar ahí… a pesar de todo lo posible que se hizo y como nos habíamos organizado para acompañarte hasta Bs As… tu corazón no resistió… entro a la UTI de la Neo y veo 3 médicas frente a tu incubadora, al verme entrar me miran y lo supe antes de que me lo digan… Daiana no se escucha más el latido de su corazón.. querés que lo desconectemos para alzarlo? … Asentí con la cabeza porq no me salían las palabras… me pidieron una manta, te envolvieron… me senté en una silla y te pusieron en mis brazos… te bese y acaricie tanto como me fue posible… espere hasta el último minuto con la esperanza de que vuelvas a mi… te despidieron los abuelos… y nos fuimos…
Y ahora? Cómo se sigue sin vos?

Llegar a casa, ver tus cosas por toda la casa…

Esa noche cenamos en silencio, los abuelos y yo, aún estábamos sin entender lo que había pasado.
De todas las preocupaciones tontas que tenía, jamás pensé en volver a casa con los brazos vacíos…
Como madre primeriza escuché historias de que no se duerme, de que las ojeras llegan al suelo, de que es una experiencia preciosa y a la vez extenuante; pero nadie nadie me habló de que al salir del hospital debería aprender a maternar en el cielo.

El 02/03 fue el día en que partiste y una parte de mi lo hizo con vos, a partir de ese momento me convertí en una madre de brazos vacíos, en la que cada día es diferente, que debe aprender a continuar en esta tierra sin tenerte físicamente a su lado… que está aprendiendo a maternar desde el corazón.

Porque si… si soy madre… la diferencia es que mi hijo…mi Ezequiel, está en el cielo… así como muchas mujeres que perdieron a su hijo mientras lo gestaban, que nacieron sin vida o que partieron al poco tiempo de nacer… todas somos madres y eso se debe respetar… cada dolor… y saber que el mismo amor que sienten por sus hijos, al cual pueden abrazar y ver crecer… nosotras sentimos por los nuestros.

Cómo te digo todas las noches: Mamá te ama Ezequiel!!