Soy una chica de 33 años y quedé embarazada sin planearlo, sin desearlo, con un chico que recién acababa de conocer y en un momento de plena expansión de mi carrera laboral, como veréis todo en contra, pero nada de eso me importó. En el momento que supe que estaba embarazada la ilusión se apoderó de mí, ya me veía con mi bebé en brazos pero toda esta dicha fue un espejismo que me duró más bien poco. Sufro una enfermedad horrible y devastadora llamada neurofibromatosis 1 y por tanto, el bebé venía con un 50% de posibilidades de tener la misma enfermedad. No me daban ninguna opción, solamente tenía la opción de hacerme una amniocentesis pero esta prueba se puede hacer como muy pronto a la semana 16-18 y sinceramente no me ví con fuerzas, no me vi con fuerzas de esperarme tanto tiempo para luego tenerme que despedir si o si y que fuese más duro (aunque duro ya es igual). Me culparé toda la vida por haberlo/a dejado ir pero más me hubiese culpado si hubiese heredado la misma enfermedad, no es justo condenarlo/a una vida llena de sufrimiento y discriminación. Se puede decir que al final he decidido sufrir yo para toda la vida para que el/ella no sufra y descanse en paz. De aquí a un tiempo me someté a un tratamiento de DGP*FIV para asegurarme de que el bebé viene libre de esa maldita enfermedad y espero que Dios o el universo algún día me recompensen con un bebé sanito arco-iris. Gracias por leerme.
Apoyo, sensibilización y humanización de la atención a la muerte y el duelo perinatal
